LA GENERACION PERDIDA


Hemingway vivía al otro lado del Sena, allá donde vivía la pobreza, y paseaba por aquellas bonitas calles observando con admiración y disgusto a los veteranos soldados que habían combatido en la primera guerra mundial sentados a las mesas del café de la esquina, sobreviviendo con sus mutilaciones, charlando sobre los horrores del combate. En aquellas calles estaba la librería que regentaba Silvie, una agradable chica que no solo le prestaba libros que no podía comprar sino que también le prestaba dinero de cuando en cuando, y entre aquellas calles estaba también aquel taller mecánico en el que mientras esperaba junto a Gertrude Stein surgió aquello de… “Vosotros sois una generación perdida” ¿queréis saber quién y por qué se acuñó este término? Pues no seré yo quien os lo cuente, mejor lo hará el bueno de Ernest en “París era una fiesta”

Por allí también andaba un tal Francis Scott Fitgerald, sí, el autor del “El gran Gatsby” ¿sabéis que le dijo un editor sobre aquel libro? “Sr Fitgerald si quitara a ese tal Gatsby podríamos tener un libro” otro editor llegó a remitir una carta a Hemingway diciendo “estoy seguro que esa novela la ha escrito en la barra de algún club con una pluma en una mano y una copa de brandy en la otra” acababa de rechazar “Adiós a las armas”

La generación perdida son aquellos escritores norteamericanos que vivieron por Europa en la época de entreguerras y se caracterizaban por su pesimismo y decadencia. Dos Passos retrataba bien aquella decadencia en la inolvidable “Manhattan transfer” una novela en la cual el verdadero protagonista es la ciudad de New York. Podríamos nombrar también a William Faulkner, un escritor que se crío en un ambiente duro y hostil en el vasto sur de los Estados Unidos y que vivió obsesionado con la idea de conseguir el éxito y logró un texto tan sublime, escrito a cuatro voces como es “La furia y el ruido” por cierto, yo he ganado muy poco dinero escribiendo, pero con los primeros euros que me ingresó una editorial compré ese libro.

Ellos vivieron los años veinte, el jazz y la resaca de la guerra aún no había sido superada cuando en los Estados Unidos estalla el crack en el año 29, y todos sabemos lo de los brokers saltando desde los rascacielos pero no nos mostraron la cara del mundo rural, claro que de eso se encargó John Steinbeck, que nos contó la vida de la familia Joad, una estirpe de aparceros a los que el banco le expropia sus tierras y su historia, y sin hogar improvisan una camioneta para ir todos juntos hasta California y buscar trabajo en los viñedos, pero la suerte no existe para unos “okis” que es la forma peyorativa que tenían para identificar a la gente de Oklahoma, ya lo sabéis, hablo de “Las uvas de la ira” una de las novelas más grandes de la literatura universal.

Sobre la generación perdida se ha escrito mucho pero lo importante es lo que escribieron ellos, los títulos que nos dejaron y como retrataron el hastío y la desesperación que se respiraba en el tiempo que les tocó vivir. Una generación de escritores que merece mucho la pena descubrir y que quizá sea la perla de la literatura norteamericana del siglo XX, luego llegaron otras maravillas como la generación “Beat” escritores como William Burroghs (El almuerzo desnudo) o Jack Kerouak (En el camino) Truman Capote inventó la novela documental (A sangre fría) solitarios marginales como John Fante (Pregúntale al polvo) eternos incomprendidos que se abrazaron al suicidio como John Kennedy Tool (La conjura de los necios) o el último escritor maldito, el borracho indecente y mí muy querido y admirado Charles Bukowski (La senda del perdedor) y hasta estos días aún podemos disfrutar de Don delillo (Ruido de fondo) o Paul Auster (La trilogía de New York) que pertenecen a una hornada de escritores que surgieron a final de siglo, un siglo el siglo XX que bien podemos considerar el siglo de oro de la literatura norteamericana, y su guinda sin duda es La generación perdida.

 

 


LA TERCERA OLA



Hay una gran película que os recomiendo encarecidamente a quien no la haya visto. La ola, es alemana, de 2008 y hoy vamos a hablar un poco de ella, no de lo buena que es la película, que lo es, vamos a hablar un poco de en qué está inspirada. Hace un par de años hablé de ella en un blog de cine llamado La mesa italiana, pero lo que nos ocupa hoy es otra cosa.

En 1967 en Estados Unidos, en un instituto de Palo Alto (California) el profesor de historia Ron Jones hace un experimento con sus alumnos, su meta, hacer comprender que hasta la democracia más sólida puede caer en una dictadura tiránica. Era difícil explicar cómo personas alemanas, corrientes habían permitido el holocausto. Así que el experimento consistió en crear un movimiento al que llamarían La tercera ola, dada la noción de que en una serie de olas la  tercera es la más fuerte y el experimento tomó vida propia cuando el resto de alumnos del instituto se fue uniendo al movimiento.

Según el diario de Jones comenzó el lunes 3 de abril de 1967 y el comienzo fueron cosas simples, como sentarse adecuadamente, insistió en ello hasta que los alumnos tomaron conciencia, tenían que entrar en el aula en menos de treinta segundos y sin hacer ruido. Jones poco a poco se fue volviendo más autoritario y la obediencia de los alumnos fue in creciendo. Los alumnos para preguntar debían levantarse y la pregunta sería con tres palabras o menos y comenzando con Sr Jones. Al principio el profesor pensó en un solo día de experimento pero se fue dilatando y otros alumnos iban agregándose al movimiento, de 30 alumnos a 43 en el tercer día. Jones les indicó como captar nuevos miembros, de forma increíble los alumnos mejoraban sus notas, eran disciplinados y les fue encargada la tarea de diseñar un logo, un saludo y no dejar entrar en clase a nadie que no perteneciera al movimiento, sumaban más de 200 miembros y al cuarto día, el jueves todo se había descontrolado. Dada la involucración y lealtad de los chicos Jones advirtió que La tercera ola era un movimiento a nivel nacional y el viernes presentarían un candidato a las elecciones.

Al quinto día Jones le dio el alto al experimento muy preocupado con el nivel de obediencia y disciplina que se había alcanzado. Obviamente no les puso ningún anuncio, La tercera ola no existía como movimiento mundial, les puso una televisión con la pantalla en blanco con un ruido blanco de fondo. Jones les explicó que habían formado parte de un experimento que comprobaba el éxito de los movimientos fascistas y el nazismo, entonces  les puso una película sobre el régimen nazi.

Todos los regímenes autoritarios apuntan al mismo sitio, la pertenencia al grupo, al por gracia de dios pertenecer a un grupo que es el mejor, a ver el mundo de una forma tan subjetiva que se sale del pensamiento propio. Los experimentos sobre la obediencia y el manejo de las masas son muchos y a cual más escabroso y desalentador.


POPEYE EL MARINO


Todos conocemos a Popeye el marino a través de dibujos animados, películas u obras de teatro pero ¿en quién se inspiró el personaje? ¿de inspirarse en alguien, era marinero?

Pues lo cierto es que si, que Elzie Crisler Segar se inspiró en un marinero de origen polaco llamado Frank “Rocky” Fiegel, un tipo de cara arrugada, con gorra marinera y una pipa siempre en la boca que poseía una fuerza descomunal, bruto y pendenciero siempre andaba a la gresca metido en peleas de tabernas. El personaje primero fue una tira cómica pero años después dio el salto internacional de la mano de la productora Fleischer Studios.

Frank “Rocky” Fiegel (1868-1947) vivía en Chester, la ciudad natal de Segar. Y no todo eran peleas de taberna, que al parecer nuestro amigo Franky rebosaba amabilidad con los más pequeños. También estaba desdentado y si nos fijamos en el personaje de ficción siempre lleva un ojo cerrado, ¿era tuerto? Frank no pero Popeye puede que sí, después de todo Pop-eye (ojo saltón) El personaje de Wimpi también tenía un molde real, un jefe que Segal tuvo de adolescente cuando trabajó en un teatro que sentía el mismo amor por las hamburguesas, Olivia no podía ser menos, su musa, Dora Paskel, que regentaba una tienda y al parecer usaba la misma ropa que Olivia, vamos que cogió a todo el vecindario como modelo, incluso Brutus era un marinero grande, fuerte y barbudo que salió a piñas con Frank, pero ganó el último por nocaut. Como curiosidad tanto en la tumba de Frank como en la de Dora están grabados los rostros de Popeye y Olivia.

Pero también hay un lado oscuro en todo esto, ¿recordáis que Popeye no comía más que espinacas? Y cuando las comía se convertía en una especie de Thor, mamá decía “cómete las espinacas y te pondrás igual de fuerte que Popeye”  pues una leyenda urbana sostiene que no eran espinacas, eran marihuana, ea, ya lo dije, ¿Cómo se te queda el cuerpo? Pues así es. En la década de los años 20 y 30 la marihuana era llamada espinacas, escuchar una canción titulada “The spinach song” de un grupo de jazz llamado Julia Lee and Her Boyfriend que habla de este tema. Incluso un famoso sicario de Pablo Escobar recibe este sobrenombre, cosa en lo que algunos han visto quizá, más de lo que haya. Son solo conjeturas ¿tú tienes las tuyas?


PLATÓN


Whitehead dijo “La filosofía occidental no es más que notas a pie de página de los diálogos de Platón”

Probablemente nació en una familia aristócrata y tanto él como toda su familia pensaban que eran descendientes de los dioses. Su filosofía tiene una clara práctica política y en “La Academia”  pretende formar a los futuros políticos, soñando con un estado en el que la muerte de Sócrates no fuera posible, Sócrates que fue su tutor. Para que nos hagamos una idea del concepto de estado perfecto que soñaba Platón sería algo muy parecido a la Unión Soviética, salvando las diferencias claro, y gobernados por filósofos “No acabaran los males de la sociedad hasta que los filósofos lleguen al poder o al menos que los políticos se pongan a filosofar en serio” también habría que decir que entre los 30 tiranos de Grecia había un par de familiares suyos y varios conocidos.

Tras la muerte de Sócrates tras ser condenado a ingerir cicuta Platón se marcha con sus compañeros a la ciudad de Megara donde durante 3 años escribirá con total fidelidad a las enseñanzas de su maestro, luego viajara a Italia y previamente pasaría por Egipto, conocería la escuela pitagórica, que tanto lo influiría (vida comunitaria entre filósofos, trasmutación del alma…) sobre el pórtico de “La Academia” colocaría una leyenda que invitaría a quedarse fuera a todo aquel que no supiera geometría. Conoció al cuñado del tirano que gobernaba Sicilia (Dionisio de Siracusa) y tras criticar en varias ocasiones los excesos de la corte fue detenido y vendido como esclavo. Anniceris de Cirene lo rescató y pudo volver a Atenas donde al fin funda “La Academia” frente al templo dedicado a Academos. Años después volvió a Siracusa con la esperanza de poner en prácticas sus ideas políticas con Dionisio I ya muerto, en esta ocasión acusaron de conspirador a su protector y este pasa dos años en prisión. Siracusa nunca fue su lugar en el mundo como nos queda claro a todos, a todos menos a él que vuelve una tercera vez en la que se vuelve a ver en otro fregado y acaba siendo prisionero de nuevo.

En los últimos años Platón se vuelve muy conservador e intolerante y la muerte le sorprende antes de terminar las leyes y la ciudad ideal que imaginaba. Seguro que su carácter se agrió tras tantos proyectos fallidos y sin ejecutar, pero dejó uno de los mayores legados filosóficos en la historia de la humanidad; La república, El banquete, Fedón, Timeo o El menon, dejó La teoría de las ideas, El carro alado o El mito de la caverna entre sus teorías más celebres y también dejó a un discípulo muy aplicado que posteriormente se pelearía con muchas de sus ideas, un tal Aristóteles, que fue mentor de Alejandro Magno, fundó El liceo e ilustró a los Peripatéticos. Por cierto, el apodo de Platón no se debe a que comiera en grandes platos, era porque tenía la espalda muy ancha.


TEORIA DE LAS IDEAS


Platón diferenciaba dos clases de mundos; el mundo tangible en el cual vivimos y un mundo inteligible, en una dimensión superior en el cual viven las ideas.

Tal que así que tenemos una mesa, sabemos sobre la mesa que tiene patas e incluso que la hizo un carpintero si es de madera o un herrero si es de hierro pero todas las mesas son imperfectas porque todas son copias de una mesa primigenia, la mesa real que se halla en el mundo de las ideas. Un día alguien sentado sobre un muro tal vez fue consciente de que tenía que fabricar algo más cómodo para sentarse y fabricó una silla, pero imperfecta ya que la silla perfecta es la silla primigenia, la idea de la silla ¿pero esta persona tuvo una idea de silla? En realidad para Platón las ideas tienen vida propia y no se nos ocurren, lo que sucede es que damos con la idea ¿Y cómo damos con ella? Bueno aquí Platón dice que es el Demiurgo quien nos pone en contacto con ellas ¿es un dios? No, en realidad solo es un ser organizador que se encarga de que todo calce ¿nos recuerda un poco esto al duende malvado que siglos después aparece en las Meditaciones metafísicas de Descartes? Tirar de un personaje de estos es socorrido. Pero el Demiurgo mantiene a los dos mundos en armonía. En el mundo de las ideas estas son inextensas e incorpóreas, son eternas e invariables, son universales e independientes del mundo o los fenómenos.

Platón, al igual que Sócrates siempre andaba porfiando con los sofistas, estos decían que todo es relativo y Platón lo negaba con esta teoría ¿Cómo saber si algo está bien entonces y no es relativo como dicen los sofistas? Pues algo está bien en la medida que logra copiar el estado exacto de la idea primigenia ¿entonces el amor? Nos preguntamos, ¿pues si el amor es una copia imperfecta de la idea del amor donde está el amor?, ¿una defectuosa imitación del amor verdadero? ¿el amor platónico va por estos lares? ¿es posible?

De todas formas tenemos que mencionar que Platón retocó varias veces esta teoría a lo largo de los años, sus discípulos siguieron aportando matices por lo que desde su creación y concepción mutó varias veces. Incluso su alumno más aventajado, Aristóteles, choca de bruces con esta idea y `piensa que no es real porque la separación del mundo visible y el de las ideas no puede darse, la sustancia y lo que la sustancia es, son cosas inseparables. Esa era la perspectiva de Aristóteles, ¿cual es la vuestra?

BREVE HISTORIA DE LA GUITARRA

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