Platón diferenciaba dos
clases de mundos; el mundo tangible en el cual vivimos y un mundo inteligible,
en una dimensión superior en el cual viven las ideas.
Tal que así que tenemos
una mesa, sabemos sobre la mesa que tiene patas e incluso que la hizo un
carpintero si es de madera o un herrero si es de hierro pero todas las mesas
son imperfectas porque todas son copias de una mesa primigenia, la mesa real
que se halla en el mundo de las ideas. Un día alguien sentado sobre un muro tal
vez fue consciente de que tenía que fabricar algo más cómodo para sentarse y
fabricó una silla, pero imperfecta ya que la silla perfecta es la silla
primigenia, la idea de la silla ¿pero esta persona tuvo una idea de silla? En
realidad para Platón las ideas tienen vida propia y no se nos ocurren, lo que
sucede es que damos con la idea ¿Y cómo damos con ella? Bueno aquí Platón dice
que es el Demiurgo quien nos pone en contacto con ellas ¿es un dios? No, en
realidad solo es un ser organizador que se encarga de que todo calce ¿nos
recuerda un poco esto al duende malvado que siglos después aparece en las
Meditaciones metafísicas de Descartes? Tirar de un personaje de estos es
socorrido. Pero el Demiurgo mantiene a los dos mundos en armonía. En el mundo
de las ideas estas son inextensas e incorpóreas, son eternas e invariables, son
universales e independientes del mundo o los fenómenos.
Platón, al igual que
Sócrates siempre andaba porfiando con los sofistas, estos decían que todo es
relativo y Platón lo negaba con esta teoría ¿Cómo saber si algo está bien
entonces y no es relativo como dicen los sofistas? Pues algo está bien en la
medida que logra copiar el estado exacto de la idea primigenia ¿entonces el
amor? Nos preguntamos, ¿pues si el amor es una copia imperfecta de la idea del
amor donde está el amor?, ¿una defectuosa imitación del amor verdadero? ¿el
amor platónico va por estos lares? ¿es posible?
De todas formas tenemos
que mencionar que Platón retocó varias veces esta teoría a lo largo de los
años, sus discípulos siguieron aportando matices por lo que desde su creación y
concepción mutó varias veces. Incluso su alumno más aventajado, Aristóteles,
choca de bruces con esta idea y `piensa que no es real porque la separación del
mundo visible y el de las ideas no puede darse, la sustancia y lo que la
sustancia es, son cosas inseparables. Esa era la perspectiva de Aristóteles, ¿cual es la vuestra?
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