Bien,
pues llegó el día de nombrar a ¡Kant! Pero no entréis en pánico, no pasa nada,
hoy todos vamos a leer sin sufrir trombosis o infartos cerebrales porqué aunque
bien es cierto que Kant se atraganta un poco hasta al mismo Kant vamos a
explicar el imperativo categórico de una forma muy divertida ¿he puesto a Kant
y diversión en el mismo renglón? Immanuel Kant representa lo que todo filósofo
debe hacer; escribir poco, escribir tarde pero comenzar a escribir con los sesos
bien rebanados.
Imaginémonos
en nuestros quehaceres diarios de padres y madres en los que no cesamos de
expandir imperativos a nuestro infantes, porqué en definitiva la vida entera
está repleta de imperativos ¿verdad? Cepíllate los dientes, entra en la ducha, termina
de comerte la tortilla…imaginemos que le decimos que hay que compartir y ser
buenos con los amigos ¿por qué? Te pregunta el pequeño o pequeña a lo que tú
respondes que de lo contrario no tendrá amigos. Bien, esto es un imperativo hipotético,
que no categórico porqué el pequeño que salió contestón te espeta “A mí no me
importa tener amigos” y toda tú hipótesis se hunde.
Para
Kant todas las personas tenemos el instinto de moralidad en nuestro interior y
solo debemos hacerlos florecer de una forma natural. El imperativo categórico
es un imperativo moral de tal peso que no admite discusión, es decir, para Kant
debemos actuar como legisladores de una ley moral universal, nuestra forma de
actuar debe ser moralmente intachable.
Volvemos
al pequeño protestón que le hemos dicho que se porte bien para beneficiarse de
su comportamiento y mirando solo en él pero que no le importa quedarse sin
amigos ¿Cómo aplicaríamos el imperativo categórico a esta situación? Pues
tienes que dar un buen trato a tus compañeros porque lo merecen porque son
personas ¿Cómo te gustaría que te trataran tus compañeros a ti? Así lo debes
hacer tú, porque es lo moralmente adecuado ¿por qué no debemos asesinar? Podríamos
decir que conlleva consecuencias como ir preso, eso es imperativo hipotético,
no hacerlo pensando en las consecuencias que puedes sufrir luego. No debes
asesinar porqué moralmente es inadmisible arrebatar la vida a una persona, esa
objeción es aplastante desde el punto de vista moral, eso es el imperativo categórico.
Por
lo tanto el imperativo categórico es un mandamiento autónomo que surge desde la
razón y este mandamiento es el que nos libera de ser meros vehículos de dogmas
e ideologías. Y no sólo es el concepto central de la ética Kantiana, también de
toda ética deontológica moderna.
Sin duda, una muy buena forma de explicarlo.
ResponderEliminarGracias por tus entradas, son interesantes y entretenidas.