En
aquellas vacaciones en Suiza Mary comenzó a utilizar el apellido de casada y
también de escritora, Mary Shelley. Unas vacaciones en la que la propia Mary
contaría que hacía mal tiempo, llovía y venteaba y no podían a penas salir de
la casa a lo que uno de los amigos presentes, Lord Byron, propuso que cada uno
de ellos escribiera un cuento de terror.
Aquellas
vacaciones la acompañaban su marido, Percy Shelley, Lord Byron, su hermanastra
Claire y el médico y escritor Polidori. Aquella misma noche Polidori escribió
“El Vampiro” la novela que da origen al vampiro romántico actual, nada que ver
con el “Dracula” de Bram Stoker, nos referimos a la imagen de vampiro actual
que tenemos cuando vemos a Brad Pitt, Tom Cruise y Antonio Banderas en
“Entrevista con el vampiro” pero solo un par de años después, con veinte y
pocos Polidori se suicida ingiriendo veneno y afrontando una muerte dolorosa y
seguro que inútil, pero era algo común en los románticos de la época.
Por
aquellos tiempos se vivía inmerso en la idea de resucitar cuerpos con la recién
descubierta electricidad. Charlatanes conseguían audiencias con el rey de turno
para llevar a cabo un tosco truco de hacer moverse con electricidad el cadáver
de una rana a través de descargas, la electricidad era algo nuevo y el mundo
estaba fascinado con la idea.
Aquella
noche Mary escribió un cuento que se convirtió en novela algo más tarde
“Frankeinstein” y lo hizo con tan solo 18n años.
Aunque
la novela tuvo mucho éxito Mary tuvo una vida en la que coleccionó desgracias
una tras otra. Viajó por Inglaterra; Bath, Marlow o Londres, Francia e Italia.
Solo sobrevivió el último de sus 4 hijos. Percy se ahogó tras salir a la mar
con su velero en una época en la que su matrimonio era un desastre aunque
siempre se amaron y sólo en la última etapa de su vida consiguió algo de paz y
tranquilidad.
“Frankeinstein”
es su obra maestra y toda su obra es de una calidad muy notable. A destacar “El
último hombre” un relato en el cual divaga con la idea de que un virus
extermina a la humanidad en el siglo XXI… ¿os suena? Ella lo imaginó en el
siglo XIX y por suerte era escritora y no adivina… ¿verdad?