CHARLES BUKOWSKI (EL VIEJO INDECENTE)


Lo primero que recuerdo es estar debajo de algo. Era una mesa, veía las piernas de la gente y un trozo de mantel colgando. Estaba oscuro allí abajo, me gustaba estar ahí.

Cuando abrí la senda del perdedor y leí ese pasaje cerré los ojos y me froté, y luego volví a leer porqué aquel tipo acababa de describir lo que pasaba en mi interior, yo tendría solo dieciséis o diecisiete años y a pesar de mi corta edad y mi nula experiencia vital ya sabía que quizá no tendría jamás un mentor que me abriera esa puerta a mí mismo. Sentí que Charles había escrito aquella novela solo para que un día llegara a mis manos y lo leyera solo yo. Cuando terminé de leer la novela y la cerré ya sabía que quería ser escritor.

Charles Bukowski nace en Alemania en 1920 y muere por culpa de una leucemia en 1994 en la ciudad de Los Angeles, ciudad en la que vivió durante casi toda su vida, no cumpliendo así su sueño de conocer el siglo XXI. Hijo de alemana y norteamericano de origen polaco viaja desde Alemania primero a Baltimore y luego a un pequeño apartamento en un suburbio de Los Angeles donde creció en un ambiente violento. Su relación con su padre siempre fue tortuosa y así lo reflejó en toda su obra, donde tomaban vida todos sus monstruos interiores; el alcohol, las apuestas, el sexo, incluso el maldito acné que frustró su adolescencia. Nunca terminó ninguno de los estudios que comenzó; arte, literatura o periodismo. Encontró su hogar en la biblioteca pública donde podía evadirse de la cruda realidad arropándose por las páginas escritas por Hemingway, Celine, Gorki, Tolstoi o su admirado John Fante.


Hay escritores que escriben con la mente y otros con el corazón, pero el bueno de Charles perteneció a esa noble estirpe literaria de autores que escriben con las tripas, porqué las entrañas es ese cuarto de los trastos viejos y rotos, y demás cosas que no quisiera recordar. Un borracho indecente por supuesto, pero no solo eso, era un tipo de una profundidad insondable, un filósofo existencialista que no paraba de preguntarse una y otra vez cuestiones sin respuestas claras viendo llover desde la ventana de una sucia habitación de cualquier pensión de mala muerte mientras que un semáforo se cerraba en rojo y las prostitutas se cobijaban de la lluvia bajo cualquier cornisa maldiciendo el agua que espantaba a los clientes. ¡Hay facturas que pagar! Pensaban ellas, pero Charles no pensaba en facturas, al viejo indecente no le interesa pagar facturas para mantener a grandes corporativas que explotan al ser humano arrebatándoles su tiempo, ni le interesaba el sueño americano vendido por Hollywood. El Charles Bukowski que cambió mi vida era el escritor maldito, el que escribía solo por amor a escribir y vivía por el simple vicio de vivir tomándose el tiempo y la existencia de un solo trago, contándonos lo que ocurría en la trastienda del sueño americano; las colas en la oficina de desempleo, las prostitutas o los borrachos empeñando su alma por una última copa.

La senda del perdedor, Factótum, Cartero… pero también Música de cañerías, Hijo de satanás o La máquina de follar. Ese es el bueno de Hanks Chinaski o lo que es lo mismo Charles Bukowski, el escritor maldito, el paria, el desheredado, el solitario, el que no pertenece a generación alguna… EL ESCRITOR.

 


LOS FITZGERALD (EL AMOR Y LA LOCURA)


Scott y Zelda Fitzgerald lo tuvieron todo; amor, fama, éxito, dinero… y todo lo perdieron. Tras una vida de ensueño se asomaron al abismo de la autodestrucción, en el cual él murió solo y alcoholizado y ella encerrada en un manicomio mientras este ardía, una vida y muerte de novela para unos personajes de novela.

Como ocurre muy pocas veces en la vida de un escritor, que por lo general está plagada de fracasos y reveses de la vida, la literatura y sobre todo el mundo editorial, Francis Scott Fitzgerald logró el éxito a una edad temprana y sin ningún tipo de experiencia como escritor con la novela A este lado del paraíso allá por 1920, el mismo año que se casa con la joven y guapa Zelda, una chica de bien, de una buena familia de Montgomery, Alabama, la numero uno del lugar. Una chica que no está dispuesta a casarse con cualquier vago, bohemio que se diga escritor pero Scott parece tomárselo muy en serio y lo que aún no sabe la joven Zelda es que se casará con uno de los escritores más grandes de estados Unidos y la cabeza visible de La generación perdida.


Y es que la vida de Scott y Zelda era un sueño, siempre felices en las fotos, rodeados de ginebra y de jazz, el espíritu mismo de los locos años veinte. Se marcharon a vivir a Europa y conocieron de primera mano la Paris de entreguerras. En 1921 tuvieron una hija pero eso no era una excusa para faltar a ninguna fiesta, tenían varias niñeras que hacían su trabajo de padres en casa, pero la vida glamurosa y envidiable que parecían tener no era del todo sincera ya que en la intimidad mantenían una guerra abierta alentada por los celos y las envidias. Por aquella época Scott no había sido infiel a Zelda, o al menos así se lo confiesa a su amigo Ernest Hemingway.

La convivencia se hace imposible y Zelda decide trasladarse a las Antibes, en la Riviera cansada de vivir con un marido que anda todo el día borracho. Por aquellos días Scott vive ensimismado escribiendo El gran Gatsby. La obra que lo encumbraría definitivamente en 1925. En la Riviera es Zelda la primera en ser infiel con un piloto francés llamado Edouard Jozan. Poco después Zelda le pide el divorcio y Scott se niega, tras esto el joven piloto francés decide dejar aquella relación. Scott piensa que estás cosas suceden y lo dejan pasar volviendo a ser el prototipo de matrimonio ideal.

Pero después de aquello nada volvería a ser igual, el propio Scott escribe “Supe que había pasado algo que nunca podría repararse” pero hasta entonces la vida ostentosa que habían tenido no estaba nada mal, para un chico de Princenton, y una niña mimada de Alabama a la que su padre dejó de consentirle todos sus caprichos para que lo hiciera su marido. Pero Zelda estaba muy lejos de ser una chica florero sin talento, al contrario; escribía, pintaba… sus padres siempre le dieron rienda suelta a su creatividad.

Aquellos días acabarían por ser retratado por Scott en Suave es la noche pero el mismo material lo utilizó Zelda para escribir Resérvame el vals aquel episodio hizo a Scott montar en cólera, hasta el momento sus vidas y todo lo que lo rodeaban era material exclusivo de él, utilizando incluso fragmentos de cartas y diarios. Pero se aireó la teoría de que ella se alimentó del talento de Scott, teoría que defendía entre otros Hemingway, que afirmaba que sentía celos del gran talento de su amigo. Eleanor Lanahan nieta de ambos no cree que ninguno absorbiera el talento del otro.

Fue en 1930 cuando Zelda sufre la crisis que provoca su primera hospitalización, poco después se le diagnostico esquizofrenia, lo que la llevó a ir de un hospital a otro. Mientras Scott logró salvar de vez en cuando algún destello de su talento y su creatividad del alcoholismo que lo consumía en una aparente vida tranquila junto a Sheilah Graham, fue en 1940 cuando falleció escuchando un partido de futbol por la radio, algo no muy épico. Pero el final de Zelda fue más horrendo, ocho años después cuando salió ardiendo el hospital Higland, en Carolina del Norte donde se encontraba ingresada. La sacaron calcinada.

Los restos de ambos descansan juntos bajo una inscripción que dice así “Y así seguimos empujando, botes que reman contra la corriente, atraídos incesantemente por el pasado” y es que así termina El gran Gatsby


PRESOCRÁTICOS


Sócrates jamás escribió un libro y todo lo que sabemos de él, de su pensamiento y de su escuela es a través de Platón, quien nos habló de su maestro en forma de diálogos, un fantástico modo de escribir que ameniza el tema en lugar de dar cátedra como hacen la mayoría. Pero el pensamiento de Sócrates es tan grande que lo utilizamos como unidad de medida, él no es el primer filósofo pero a todos los que hay anteriores le colocamos un prefijo y los llamamos presocráticos. Y por supuesto estos presocráticos no carecen de interés, veamos un poco.

El primero filósofo en la historia es Tales de Mileto y era un genio con las matemáticas, pero un puñetero genio considerado uno de los siete sabios de Grecia, en sus viajes por Egipto logró medir la altura de las pirámides con un palo clavado en el suelo ¿cómo? Que se yo, lo que os digo, un genio con las mates incluso llegó a pronosticar eclipses. Pero no solo se quedó ahí, creó el concepto del (ARKHE) o lo que es lo mismo, Arjé, el principio de todas las cosas y creó la doctrina filosófica del Hilozoísmo, predicaba que la materia tiene la forma de actuar propia de los animales porque la materia, decía Tales está dotada de sensibilidad y es espontanea.

Anaximandro de Mileto también acuñó un concepto del origen de todas las cosas, algo inmortal, infinito en movimiento e indefinido, ¿tú lo llamas dios? Pues por ahí podrían ir las cosas más o menos, él lo llamaba Ápeiron. No envejece, nunca fue engendrado pero de él emana toda vida.

De Mileto también era Anaxímenes, se conoce que en Mileto había unos barrios la mar de aprovechaos, gente aplicada. Pero Anaxímenes pensaba, para diferenciarse de sus vecinos que el origen de todo era el aire, ¿el Arjé? Sí, Arjé, pero el Arjé es el aire, decía.

Heráclito (el oscuro) escribe de forma enigmática y a veces parece que ni él sabe lo que quiere decir, así que nosotros ni te cuento, pero es sin duda uno de mis favoritos ¿has oído alguna vez esta frase? “Nunca te bañarás dos veces en el mismo río” sí, de Heráclito, porqué sostenía que la segunda vez que entres, puedes deducir tú también que el agua no es la misma por lo que el río no es el mismo, pero iba un poco más allá. Tú tampoco eres el mismo, sostenía, diez minutos más viejo, eres otra persona. Todo cambia y está en movimiento pero… ¿si todo cambia y está en movimiento como podemos conocer el mundo si a cada segundo es algo distinto? ¡Que me hubiera gustado tomarme una cerveza con este pavo!

Parménides, él no se hubiera tomado la birra con Heráclito y con el resto creo que tampoco, decía que lo del Arjé… ¿Qué fuman estos? Se preguntaba y es que Parménides merece una entrada completa porque a ver como haces la digestión de esto… de la nada nada surge, el ser es y el no ser no es porque el movimiento no existe, somos y estamos porque no podemos dejar de existir aunque queramos, aunque cabría la posibilidad de que estemos en mitad de la nada y no existamos.

Pitágoras… ¿cómo os digo esto? Pitágoras básicamente era el gurú de una secta numérica que encontraban la perfección en el número 10, ya sabes porqué Pelé, Maradona o Messi lo llevaban. Guardan todos sus conocimientos con celo y piensan que la inteligencia no es de la persona, la inteligencia pertenece al alma. Funda la escuela Pitagórica.

Empédocles rompe con la filosofía monista y comienza la filosofía pluralista, dice, “El Arjé existe pero no es el agua, el fuego, el aire… es un compendio de todas las cosas” y el mundo es movido por igual en los antónimos el bien y el mal, el odio y el amor.

Demócrito, este decía que todo son semillas pululantes e invisibles gracias a lo que todo existe y el NOUS es la gran inteligencia que gobierna el mundo y por último tenemos a Demócrito, ¿os suena filosofía atomista? Pues si viene del átomo porque aunque no sabían que existía ellos lo intuían. En realidad aunque está en la lista de filósofos presocráticos eran coetáneos. Pensaba que la democracia era el mejor sistema político y ya mostró un pensamiento muy internacionalista, decía “Nuestra patria es el mundo”

Y estos son a grandes rasgos los principales filósofos presocráticos pero te recomiendo entrar de lleno en el pensamiento de cada uno de ellos.

 

 

 


JOHN KENNEDY TOOLE


El 26 de marzo de 1969 las autoridades descubren un coche apartado al que rodea una manguera de jardín que va desde el tubo de escape, fijado con cinta hasta la ventanilla del conductor, el coche cerrado al completo y arrancado introdujo en su interior cantidades ingentes de dióxido, y dentro, sentado en el sitio del piloto un joven de 31 años llamado John Kennedy Toole, un desconocido de New Orleans que había sido profesor y había servido en el ejército. Muchos años después en 1980 sería publicada póstumamente su novela La conjura de los necios.

Cierto que no es numerosa la obra de este autor, al contrario, murió demasiado joven y no nos dejó lo que podía haber sido una verdadera maravilla, porque talento no le faltaba. Escribió una novela sobresaliente y dada la demanda del éxito que tuvo al ser publicada se publicó una segunda novela, La biblia de neón, que escribió a los 16 años y nunca intentó publicar por considerarla muy juvenil e inmadura.

John Kennedy Tool nace en New Orleans y es un niño sobreprotegido por su madre hasta el punto de no dejarle jugar con el resto de niños, una infancia extraña con una madre que lo domina. Como estudiante es magnífico y consigue un graduado superior en la universidad, en lengua inglesa, por lo que consigue un puesto como profesor asistente en Louisiana para viajar después a New York para ocupar un puesto como profesor titular, incluso intentó sacar un doctorado en Columbia pero la llamada del ejército le impidió terminarlo en 1961 y sirvió dos años en Puerto Rico.

Tras su paso por el ejército vuelve a New Orleans e imparte clases en el Dominican College, vendió tamales en un puesto callejero y en una fábrica de ropa masculina, experiencias que aprovecha en La conjura de los necios donde también podemos vislumbrar una relación insana de poder con su madre y así pasa tiempo deambulando por el barrio francés, trasnochando con bohemios y músicos.

Kennedy Toole no está convencido de haber escrito una obra maestra, es consciente de que es una obra maestra y en principio le envía el manuscrito a la editorial Simon & Schuster, a lo que el editor le contestó que la novela no hablaba de nada, y llegaron los rechazos editoriales y la depresión y el abandono de su actividad docente y la decadencia absoluta hasta que llegó el día de su suicidio. Algunos estudiosos hablaban de una homosexualidad reprimida, aunque en su vida hubo mujeres y su entorno no creyó nunca que fuera una posibilidad, de cualquier modo ahí se quedó un gran escritor.

Años después su madre siguió rodando el manuscrito por todas las editoriales que la rechazaban patológicamente hasta dar con el escritor Walker Percy, que rendido a la infatigable insistencia de la madre acabó leyéndola. Confesó que las primeras páginas le parecieron mejor de lo que esperaba y que al seguir leyendo la novela lo atrapó sin remedio. Recordemos que fue publicada en 1980, le fue otorgado el premio Pulitzer, fue un éxito editorial y una joya de la literatura norteamericana. Ignatius Really es sin duda uno de los personajes más bizarros, odiosos y amados de la literatura universal.

 


ROUSSEAU, EL HOMBRE MÁS PELIGROSO DEL MUNDO


¿Por qué digo que es el hombre más peligroso del mundo? ¿era un dictador? ¿sabía disparar? Pues no, nada de eso, nuestro amigo Jean Jacques Rousseau era un trozo de pan, es el hombre más peligroso del mundo porqué sus ideas han trascendido a lo largo de la historia inspirando a revolucionarios y formándose revoluciones sociales en su nombre. Se dice que Fidel Castro mientras luchaba en Sierra Maestra releía una y otra vez El contrato social, todas las revoluciones llevan su firma en mayor o menor medida, la revolución cubana, la revolución bolchevique, la revolución francesa… ¡Hay que abolir la propiedad privada! ¡el estado es el acuerdo entre una elite que esclaviza a la sociedad! ¿os suenan estos argumentos? Pues antes de Marx, Engels, Bakunin o Malatesta nuestro amigo Juan Jacobo ya se topó con estas conclusiones.

Como cualquier filósofo necesitaríamos cientos de páginas solo escarbar la superficie así que resumiremos. Sabéis que es un ilustrado, la ilustración francesa comenzó cuando un grupo de intelectuales se propusieron agrupar todos los conocimientos conocidos en una gran enciclopedia, la cual comenzaron Diderot y D´Alambert, Diderot, sí, aquel que dijo “El hombre no será libre hasta que el último rey sea ahorcado con las tripas del último sacerdote” recordad que Guillotin era francés, estos no se andan con chiquitas.

Thomas Hobbes partía de la idea de que el hombre es un lobo para el hombre y para poder asegurar una paz social había que inventar al estado que la protegería con sus policías y vigilancias, el precio de la paz era pagar con la libertad, a esto Hobbes lo llamó Leviatan. Bueno pues el amigo Juan Jacobo decía justo lo contrario, el hombre es bueno por naturaleza y es el estado quien lo corrompe, por supuesto no se puede volver al hombre primigenio pero si a una sociedad más justa y cooperativista, la culpa de todo la tiene la propiedad privada, pensaba, hay que arrancar cada estaca que delimite un trozo de tierra y que haya dicho alguien que es su dueño al grito de los frutos son de todos y la tierra no es de nadie. Claro, inspira revoluciones ¿a que sí?

Rousseau se ganó la enemistad de casi todos sus coetáneos, Voltaire decía de Rousseau “Cada vez que leo una de sus obras me dan ganas de andar a cuatro patas” y en Paris están enterrados uno frente al otro, cosas que tiene el más allá de la vida. Sus coetáneos admiraban los nuevos progresos de la ciencia pero Jean Jacques recelaba mucho de ello, ¿recordáis aquella frase de Marx? “La invención de trastos útiles crea personas inútiles” esto lo dijo en el marco de la revolución industrial cuando las primeras máquinas comenzaron a sustituir a trabajadores. El contrato social es una de sus principales obras y mantiene que el pacto entre hombres ha de ser un pacto entre iguales ¿y que es una sociedad justa? Rousseau lo definía algo así, “Una sociedad es justa cuando nadie es tan pobre como para venderse y nadie es tan rico como para poder comprar a nadie” si esto no se cumple la sociedad no solo es injusta, además inevitablemente vive en una guerra constate. (esta idea mantiene la columna vertebral de la dialéctica de Hegel) ¿y quién empollaba los textos de Hegel? Exacto, Karl Marx.

Pero no solo pensó la política, otra de sus obras cumbres es El Emilio, su mito del buen salvaje. Hoy conocemos otras formas de educación que no es el sistema punitivo que siempre hemos conocido; Montessori, Waldorf, educación respetuosa… pero antes de que Psicólogos como Adler llegaran a la conclusión de que un niño no es un ser inferior y que merece ser tratado con respeto Rousseau ya lo tuvo claro y divagó en cómo sería dejar a un niño libre y dejarlo criarse como el buen salvaje.

Quien no conozca la obra de Jean Jacques Rousseau le invito a descubrirlo con estas dos lecturas; El contrato social y El Emilio, es uno de esos filósofos que te vuelan la cabeza y te hace repensar no solo la estructura social y al estado, también de la propia condición del hombre ¿Qué pensáis? ¿Somos buenos por naturaleza o la razón la tenía Hobbes y somos un lobo?

 


BREVE HISTORIA DE LA GUITARRA

  ¿Qué diferencia hay entre la guitarra clásica y la flamenca? ¿por qué las guitarras eléctricas no suenan todas igual? ¿se llama guitarra e...