
Militares del ejército
popular, libertarios, teóricos de la revolución… tras el desenlace de la guerra
civil española toda clase de personas de izquierdas cruzaba Cataluña buscando
la frontera y en Francia no lo trataron mucho mejor, aquellos hombres y mujeres
tenían por delante una enorme travesía por el desierto, un periplo de penurias
y castigo insoportable para cualquier ser humano.
El campo de
concentración más famoso en el que fueron encerrados fue Argeles Sur Mer, allí,
sobre la arena de la playa cercados por una doble valla por en la que el hueco
transitaban soldados africanos a caballo vigilándolos. Crearon letrinas y
barracones con sus propias manos incluso un club social para todos. El frío
empeorado por el oleaje, la brisa helada, la enfermedad y la falta de ropa de cama
o simplemente ropa de abrigo convertían aquello en un infierno. Pero aquel
mismo año, el 1939, a finales, Francia e Inglaterra le declaran la guerra a
Alemania después de que estos invadieran Polonia y para el gobierno francés
aquellos refugiados comenzarían a serles útiles.
La mayoría se alistan
voluntarios; anarquistas, comunistas del POUM, republicanos, socialistas e
incluso apolíticos hostiles con el régimen. Fue breve la participación de Francia en
la guerra ya que en poco tiempo fue invadida por Alemania y rota en dos, la Francia
ocupada y la Francia de Vichy, que era un gobierno títere, pero aquellos
españoles pasan a ser parte del ejercito de la Francia libre, esa tercera vía
que seguía haciendo la guerra desde el exilio. La 9 queda integrada en el
regimiento de marcha del Chad, también conocida como la divisIón Leclerc. ¿Por
qué se alistaron los exiliados españoles en la legión extranjera? Pues porque
solo tenían tres opciones; trabajos forzados, repatriados de vuelta a España
(donde serían ejecutados) o la legión extranjera. Solo tenían una opción.
Primero marcharon a
África. En septiembre de 1943 fueron transferidos a Rabat, Marruecos, y allí
fueron armados por el material enviado desde Estados Unidos y de allí al
combate. Se les permitió llevar escarapelas republicanas en los tanques a los
cuales bautizaron como Don Quijote, Madrid, Guadalajara, Ebro o Brunete entre
otros. En el Jeep que viajaba Leclerc ponía en el capó con pintura blanca “Mort
aux cons” y en el semioruga “Les Cosaques” La novena fue desde Marruecos al
Reino Unido y estuvieron en el desembarco de Normandía, entrando por la playa
de Utah, encuadrándose en el III ejército estadounidense. Lucharon ferozmente,
siempre con la esperanza que tras vencer al nazismo Europa los ayudaran a
volver a España a hacer la guerra y restablecer la democracia pero al terminar
todo, todos se olvidaron de España.
La 9 fue la primera en
llegar a París y liberar la ciudad pero cuando se venció al fin al ejército
nazi, los franceses echaron a un lado a sus libertadores y el general De Gaulle
entró con honores en París, ¿Cómo no iba a liberar París un francés? Y la
división de exiliados españoles fue detrás viendo como los libertadores eran
otros. El gobierno francés reconoce la hazaña y no hay nadie en París que lo ignore,
placas y monumentos por la ciudad los recuerdan y es esta una de esas páginas
de la historia, que mucho me temo que a conciencia la tapan. El filósofo Walter
Benjamin solía decir que la historia no es sincera porque la escriben los
vencedores, por eso hay que leerla a contra pelo, escuchar a los derrotados.